Continuamos
con los ejes estratégicos del proyecto Huerta de Albendín. Presentamos hoy, los
principios, propuestas de trabajo y actuaciones realizadas hasta la fecha en torno al
patrimonio ambiental de la huerta.
La huerta es
un espacio de alto valor ambiental por su alta biodiversidad, la calidad del
paisaje, y su gran potencial en la mitigación del los efectos del cambio
climático y contribución general a la sostenibilidad ambiental del territorio.
Prácticas de
laboreo ancestrales de rotación de cultivos, de manejo de la tierra y el agua,
la fertilización y control natural de plagas, han creado a lo largo del tiempo
un ecosistema singular, que, respecto a la campiña y el olivar que los rodea,
presenta una gran diversidad de flora y fauna. La variedad de cultivos con
especies locales, las diferentes lindes y acequias permiten el desarrollo de
comunidades vegetales de diferente estructura y hábitat de una amplia variedad
de insectos, aves y mamíferos. La huerta a modo de isla, o continuación de los
sotos del Guadajoz es pues es fuente de diversidad genética (especies y
variedades), especifica (especies flora y fauna) y cultural (prácticas), y por
tanto de biodiversidad.
Respecto al
cambio climático, su alta productividad la convierte en un sumidero importante
de CO2. Por otro lado, por su escala y por el tipo de prácticas de cultivo, la
contribución de gases de efecto invernadero respecto a otros tipo de prácticas
agrícolas es por unidad de superficie mucho menor, sin tractores que consuman
gas-oil y produzcan gases, ni gastos ingentes en energía para remontar el agua
del río a los cerros y colinas repletos de olivares.
La huerta ha
sido ejemplo de sostenibilidad, de reciclaje de desechos, del uso eficiente de
la energía, y en contra de la opinión generalizada de despilfarro del riego a
mantas y acequias, de manejo eficiente del agua. La rueda y la acequia
constituyen un sistema de aprovechamiento del agua de bajo en la que la
corriente del agua y la gravedad sustituyen a la bomba y al gasoil. El agua que
corre por la acequia se reparte lentamente entre caballones y machos. La tierra
se empapa creando el grado de humedad adecuado para las diferentes variedades
de frutales y hortalizas, que poco quieren de agua a presión y sí de paciencia
y tierra fresca. El agua corre libre cubierta bajo la sombra de frutales que
limita la evaporación, y tras dar de beber a la planta atravesando el suelo
vuelve al río a través del acuífero aluvial sin pesticidas ni fertilizantes
artificiales que lo contaminen, un camino corto de pocos metros a diferencia
del recorrido largo del agua que riega el olivar, ejemplo aparente de uso
eficiente y modernización de regadío.
HDA considera que la huerta debe garantizar tanto la calidad de sus
productos naturales como seguridad alimentaria, y contribuir a la conservación
general del medioambiente y en particular a la prevención de los efectos del
cambio climático y global.
Respecto al concepto de sanidad y
garantía alimentaria, HDA debe establecer prácticas adecuadas de manejo de
determinados insumos y garantizar la trazabilidad; y en su caso, fijar un
conjunto de especificaciones de obligado cumplimiento por los agricultores en
las huertas y espacios adscritos al proyecto.
Respecto a la los servicios
agroambientales, HDA considera que la huerta juega un papel en la gestión
de la biodiversidad, recuperando variedades autóctonas, y conservando o
recuperando a través de las medidas agroambientales más adecuadas, espacios de
valor ambiental asociadas al río Guadajoz y su zona inundable.
Para ello, HDA plantea las siguientes actuaciones:
[1] Elaboración de Códigos y Catalogo de prácticas y variedades locales
como base para establecer los compromisos de participación en el proyecto y
valorar la repercusión económica en el ámbito de las medidas agroambientales de
aplicación.
[2] Elaboración del Inventario y Catálogo del Paisaje de Huerta con objeto
de establecer puntos o tramos de especial interés ambiental, cultural, o
paisajístico, así como zonas de actuación prioritaria.
[3] Recuperación del Regadío Tradicional, mediante un proyecto técnico de
mejora del regadío actual dirigido a la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir y a la Delegación Provincial de la Consejería de Agricultura,
Pesca y Medioambiente de la Junta de Andalucía.
[4] Establecimiento de vías de comunicación y colaboración institucional
con diferentes administraciones públicas.
Respecto al inventario y catálogo del paisaje, HDA ha realizado un estudio
paisajístico de la evolución de la huerta cuyos resultados se ha presentado en
varios foros de carácter técnico como el III Congreso Internacional sobre
Paisaje e infraestructuras celebrado en Córdoba del 15 al 17 de abril de 2010
(MELLADO, E. Paisaje fluvial, evolución y síntesis. Población, usos e
infraestructuras. El caso del río Guadajoz en el entorno de Albendín).
Respecto al proyecto de mejora del regadío, HDA ha contactado con la
Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir con objeto
de establecer el alcance y especificaciones del proyecto técnico.
Respecto a la colaboración institucional, destaca la línea de trabajo con
la Alcaldía de Albendín y el Ayuntamiento de Baena. Esta colaboración ha
permitido financiar una parte significativa de los costes de la jornada de
promoción, así como el desarrollo de las actividades con la dotación de los
espacios, personal y mobiliario necesarios, e incluir el proyecto en la
iniciativa Baena Cultura.
A través de la Alcaldía de Albendín, se ha contactado también con la
Delegación Provincial de Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, con
objeto de establecer líneas de colaboración a escala provincial. Con el mismo
fin se ha contacto también a nivel comarcal con la Mancomunidad de Municipios
del Guadajoz-Campiña Este de Córdoba., así como la Asociación de Desarrollo del
Guadajoz (ADEGUA).
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